Somos como mierda de pájaro. Las aves migran de un lugar a otro libremente. Cuando viajan, se les cae la mierda en el camino. Con esa mierda que se deja caer, dejan una semilla con la mierda de ser el catalizador y el fertilizante para que la semilla germine todo el lugar, la introducción de árboles y otras plantas a diferentes lugares a través de la propagación de sus semillas. Es el ciclo de la vida. Todo está conectado.
Somos como mierda de pájaro. Solo somos motas de polvo, seres microscópicos y azar el universo nos botó, cagándonos al azar en diferentes lugares de este hermoso planeta, para que podamos echar raíces en esta tierra y crecer al igual que los árboles que vienen de la mierda de un pájaro. Pero hemos brotado como una mala hierba petulante Y nuestras raíces todavía no penetran la tierra no penetrar en la tierra, “Como las raíces ibas descarriadas en la dirección del dinero y la mierda materialista. El dinero se ha vuelto un fertilizante incesante del que nos hemos vuelto dependientesEl dinero se ha vuelto un fertilizante incesante del que nos hemos vuelto dependientes. Un fertilizante sintético que envenena nuestras raíces hasta nuestra esencia. Nuestras raíces se han convertido en cadenas que nos atan, y en algunos aspectos, nuestras raíces se ha convertido en tentáculos que han penetrado la tierra, pero no para conectarse, solo para aspirar la ósea y médula de la vida. Hemos olvidado el verdadero fundamento de nuestro ser. No damos nada positivo a la tierra, Pero tratamos de destruirla con nuestra avaricia y ego. Nuestro sol se ha vuelto materialista.
Los árboles permanecen estacionarios, pero son libres de crecer, expandirse y seguir evolucionando. Pero nosotros también permanecemos estacionarios, no sólo en los confines de estas fronteras arbitrarias, sino en los confines de nuestra propia mente. No tan sólo nos mantenemos desconectados de la tierra, seguimos desconectados unos de otros. En lugar de las raíces ramificándose, nuestras raíces sólo siguen para envolver alrededor de nuestros cuellos y nos asfixia en nuestra propia desaparición de nuestra propia creación. Las personas se han convertido en clones de corte galletas, genérico, robóticos marcado por logotipos artificiales persiguiendo deseos materialistas. Individualidad perdida y sus propias mentes nunca se han encontrado. De hecho, hemos convertido en la maleza petulante que ya no brota de la tierra, sino que brota del concreto siempre arraigada en nuestra propia mierda.